Historia

Una Historia Milenaria

Estatua de Tigrán El Grande

Armenia tiene una trayectoria milenaria. Según diversos estudios, su historia es de cinco milenios y las primeras unificaciones étnicas y organizaciones estatales para su paulatina conformación se remontan a tres milenios antes de Cristo.

A lo largo de este periodo, su superficie ha variado notoriamente. La actual República de Armenia se ubica en el Cáucaso, y limita con Georgia, Azerbaiyán, Irán y Turquía. En su superficie de 29.800 kilómetros cuadrados habitan 3,2 millones de habitantes, estimándose que existen otros 8 millones en la Diáspora.

Dos rasgos han marcado su historia e identidad: la temprana conversión de su pueblo al cristianismo, y la permanencia como nación y Estado pese a relaciones inestables y conflictivas con sus vecinos.

Luego de una batalla en 2492 a. C., el cacique Hayk de la tribu armens estableció su nación en la región del Monte Ararat (5.137 m).

Entre los siglos IX y VI a.C se formó el Reino de Urartú o Reino de Ararat. El 782 a. C., el rey Argishti I de Urartu fundó Ereván, actual capital de Armenia.

En los siglos posteriores, el pueblo armenio –producto de uniones de etnias de la región- tuvo periodos bajo dominación persa, macedonia y romana, debido a su ubicación estratégica de corredor comercial entre Oriente y Occidente, y disfrutando de mayor o menor autonomía según la situación histórica.

A principios del siglo II a.C, el rey Artashés unió la mayor parte de las regiones de habla Armenia, y funda el Estado armenio.

San Gregorio El Iluminador

El Reino Armenio alcanzó su máximo apogeo en el reinado de Tigrán II el Grande, quien formó un imperio que se extendió desde el Cáucaso hasta Palestina y desde el norte de Irán hasta Capadocia. Este imperio se extendió entre los años 88 y 69 a.C, pues el predominio romano lo derrotó y obligó a devolver sus conquistas. Sin embargo, Armenia perduró como reino independiente.

Durante la era cristiana, Armenia se convirtió en el primer Estado en convertirse oficialmente al cristianismo en el año 301, hecho que marcará profundamente su identidad como nación. Trdat III fue el primer gobernante que oficialmente se propuso cristianizar a su gente, y su conversión –a instancias de San Gregorio El Iluminador- ocurrió doce años antes que el imperio romano concediera al cristianismo la tolerancia religiosa.

Un siglo después, en 406, Mesrop Mashtots creó el alfabeto armenio para la traducción de la Santa Biblia y los libros sagrados. Esto dio comienzo al desarrollo de una literatura en idioma armenio, que junto a la difusión del Cristianismo afianzó la identidad nacional. El alfabeto contenía treinta y seis caracteres a los cuales, en épocas más recientes, se les sumaron otros dos.

En la era cristiana, el país estuvo dividido entre dominio de Roma y el protectorado de Persia, y sometido al imperio bizantino (su trono fue ocupado por emperadores de origen armenio), árabe, turco selyúcida, mongol, y nuevas particiones entre dominio turco y persa.

Dada esta situación, los armenios comienzan a emigrar a ciudades como Constantinopla, Venecia, Marsella y Crimea, donde establecen colonias con monasterios, iglesias y escuelas. Una de sus colonias más destacadas fue Cilicia, donde en 1080 fundan un Estado que perduró aproximadamente tres siglos y desde donde colaboraron con las Cruzadas.

 

Ereván con vista del Monte Ararat

Luego de la Guerra Ruso-Turca de 1828-1829, la parte oriental de su territorio fue cedida al Imperio ruso. La parte restante, también conocida como Armenia occidental, continuó bajo el Imperio Otomano.

Entre 1894 y 1896, el sultán Abdul Hamid ordenó una serie de matanzas con la intención de suprimir tentativas de oposición de los armenios, siendo asesinados 300.000 en Armenia occidental y Cilicia.

Un nuevo genocidio se produce en 1909, cuando el gobierno turco exterminó a 30.000 armenios en Adaná, Cilicia.

El 24 de abril de 1915, el ministro del Interior, Talaat Pashá del movimiento de los Jóvenes Turcos en el poder, ordenó el arresto de 600 intelectuales, comerciantes, profesionales y dirigentes armenios con el objeto de deportarlos y enviarlos a los desiertos de Siria y Mesopotamia.

Este episodio marcaría el inicio de uno de los momentos más significativos del pueblo armenio: el Gran Genocidio entre 1915 y 1917. Se calcula que entre 650.000 y un millón y medio de armenios murieron producto de asesinatos y extenuantes deportaciones acompañadas de hambruna, enfermedades y vejaciones, convirtiéndose en el episodio más doloroso de la historia Armenia, hasta hoy recordado el 24 de abril en cada colonia Armenia en el mundo.

En 1920 ingresa el Ejército Rojo a Armenia, y en 1922 el país fue incorporado a la Unión Soviética como parte de la República Socialista Soviética de Transcaucasia. En 1936 se convierte en República Socialista Soviética de Armenia, como Estado de la URSS. En este periodo se construyen importantes obras que perduran, como el Teatro de la Opera, el aeropuerto y metro de Ereván. Pero el país se ve sumido en un estancamiento económico.

Al iniciarse el desmembramiento de la URSS, durante el gobierno de Michael Gorvachov, Armenia toma el rumbo de otras repúblicas soviéticas y el 21 de septiembre de 1991 sus ciudadanos votan en un plebiscito abrumadoramente con un 99% a favor de la independencia. El 23 del mismo mes se declaró a Armenia como Estado soberano e independiente. Levón Ter-Petrosian fue elegido presidente de la nueva república, que en 1992 ingresa en las Naciones Unidas.

Poco después, la República de Armenia se vio envuelta en un conflicto bélico con su vecino Azerbaiyán, en apoyo a la independencia de la región de Nagorno Karabaj, enclave poblado mayoritariamente por armenios, pero que el gobierno soviético había dejado bajo tuición azerí. Finalmente, se impone el predominio armenio, y la región Alto Karabaj obtiene su autonomía.

Actualmente la República de Armenia es gobernada por el presidente Serzh Sargisian, y cuenta con un Parlamento unicameral.